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El intestino del cerdo es el sitio de absorción de nutrientes, bacterias y toxinas. Es determinante para la sanidad individual y poblacional de la granja poder comprender el rol estratégico que representa el tracto gastrointestinal como primera barrera de defensa frente a micotoxinas, metabolitos tóxicos, endo/exotoxinas y agentes patógenos (bacterias, virus y parásitos) que ingresan por vía oral. Para este último grupo, mantener un intestino saludable significa no sólo evitar la enfermedad clínica variable en el cerdo, sino impedir la propagación, contagio y re-infección del resto de los cerdos que estan en contacto con las heces contenidas de estos microorganismos patógenos.