Moscas: claves para un manejo integrado

En esta época del año las moscas resultan una amenaza para los sistemas ganaderos intensivos por lo que resulta clave incorporar un control integral a nivel cultural, químico y biológico, destinado a mitigar las poblaciones de moscas en los distintos estadios de su ciclo biológico. Para poder llevar a cabo un manejo integrado de moscas hay que conocer los métodos de control que existen y comenzar desde lo más básico para luego pasar al siguiente nivel.

El problema de las moscas en la producción bovina es una amenaza seria para el bienestar animal y la rentabilidad del establecimiento. Estos insectos actúan como vectores de enfermedades, transmitiendo patógenos que afectan la salud del ganado y el personal, además de generar estrés en los animales.

Las moscas, especialmente en sistemas intensivos como feedlots y tambos, causan incomodidad constante, lo que reduce el consumo de alimento y altera el comportamiento, derivando en una menor ganancia de peso y una caída en la producción de leche. Las mermas productivas por el estrés pueden representar pérdidas económicas significativas para el productor.

Para mitigar este problema, es esencial implementar un manejo integrado de control de moscas. Entre las soluciones más efectivas está el uso de larvicidas, que atacan a las moscas en su fase más vulnerable: la larval. Aplicar larvicida en áreas donde se acumulan heces y residuos orgánicos evita que las larvas completen su desarrollo y se conviertan en moscas adultas, reduciendo así la población general. Esto es clave porque las moscas se reproducen rápidamente, y atacar su ciclo de vida en las primeras etapas es mucho más eficiente que solo controlar los adultos.

En este marco, Vetanco ha desarrollado Ambiflud Benzurón FG 80 y FG 6,7,  productos aprobados por SENASA, que se administran a bovinos, vía oral junto con el alimento, resistentes al peletizado.

El uso de trampas físicas, biocidas selectivos y el control biológico mediante enemigos naturales, como las avispas parasitoides, complementan el manejo. Además, mantener limpias las instalaciones y reducir la acumulación de materia orgánica es fundamental.

Un enfoque proactivo, que combine estas estrategias, no solo mejora el bienestar animal, sino que también optimiza la salud del rodeo y aumenta la productividad.

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